Sobre mí...

 

Soy Xavier Ortiz, actor desde hace más de 30 años. Me he especializado en conducir ceremonias de boda. Hice teatro, cine TV y radio y en la actualidad doy clases de interpretación en la Escola Catalana de Doblaje (ECAD). También ayudo a ejecutivos y empresarios a comunicar mejor sus productos e ideas mejorando sus presentaciones en público o por internet.

Un día, hace ya mucho tiempo, un buen amigo mío se iba a casar por lo civil.

Me preguntó si querría conducir su ceremonia. Quería casarse legalmente, pero sabía que la ceremonia del ayuntamiento era muy aburrida, fría y no quería que, en un día tan señalado, sus invitados lo recordaran así. Y me dijo:

La Propuesta

– Mira, el viernes nos casamos en el ayuntamiento legalmente, pero como la ceremonia va a ser un rollo, el sábado queremos celebrarlo por todo lo alto con la familia y los amigos.

Queremos hacer una ceremonia simbólica, emotiva, que nos emocionemos, que sea como nosotros somos, hecha más a nuestro estilo…

Así los invitados podrán tener un recuerdo bonito de nuestra boda.  Como tú eres actor, hemos pensado que quizás podrías hacerlo… ¿Qué te parece?

La Ceremonia

La verdad es que me sorprendió la propuesta, no sabía que se pudiera hacer una cosa así, pero claro, era mi amigo, así que no me lo pensé dos veces, además sería un excelente regalo de boda…

– Pues claro, ¡lo haré encantado!

Me preparé un pequeño discurso, entre los tres buscamos lecturas y rituales para complementar la ceremonia

El día de la fiesta, al principio un poco nervioso, conduje la ceremonia: hablé acerca del amor y de la amistad, de los novios, de sus familias, expliqué algunas anécdotas, guie el pequeño ritual que los novios habían elegido e invité también a hablar a las personas que lo desearon.

La Oportunidad

El resultado fue magnífico, todos los invitados quedaron encantados por el nivel de la ceremonia, por lo bien que hablé y lo bien que la había conducido.

La gente rio, se emocionó, y siguió con alegría cada una de mis ocurrencias, las de los novios y las de las personas que intervinieron. Fue una media hora que pasó volando.

Durante el aperitivo se me acercó un amigo del novio:

Hola Xavier, te felicito por la ceremonia. Mira, yo soy representante de actores y promotor de espectáculos. Tengo algunos clientes que se dedican a la producción de eventos y últimamente les piden oficiantes de ceremonias civiles simbólicas, para hacerlas en masías, restaurantes y hoteles… ¿Crees que podrías hablar con ellos?

El Cambio

-Caray- pensé…  

Esto no me lo esperaba, ni tan siquiera sabía que se hacía…

-Bien-, pensé, ¿por qué no?  Al fin y al cabo, actuar es conmover a las personas y una ceremonia es un lugar privilegiado para eso…

Así que acepté

Y lo que empezó siendo una parte más de mis actuaciones se fue convirtiendo, poco a poco, en la parte principal de mi actividad como actor y en una pasión. Hace ya más de 15 años de eso…

Durante estos años he ido puliendo mi manera de hacer, he encontrado decenas de escritos, rituales de todo tipo y de todas las culturas y he ido perfeccionando un estilo propio que realmente llega a las personas sin llegar a hacer de showman ni ser un romanticón endulzado, he encontrado el punto de equilibrio óptimo, para captar la atención de los invitados y comunicar el sentir de los novios.

Siempre que contacto con las parejas, me esfuerzo por conocer cómo son, qué gustos tienen, cómo conciben ese día tan especial para ellos… Porque, de esta manera, puedo ofrecer un servicio distinto y exclusivo: ceremonias únicas e irrepetibles.

Según la opinión de algunos organizadores de bodas (que son personas que saben de lo que hablan) “Es difícil encontrar a alguien que lo haga tan bien como él” ¡Y en cuatro idiomas !!!

Todo saldrá perfecto

¡Vamos a planear ese gran día juntos!

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